DUNE: PARTE 2 de Denis Villeneuve

Se acaba de estrenar Dune: Parte 2, la segunda entrega que adapta la saga literaria creada por Frank Herbert y la continuación de Dune (2021) que ahora con el protagonismo absoluto de Paul Atreides junto a los Fremen nos cuenta su camino hacia un liderazgo de tipo mesiánico.

A mi me gusta ir al cine. Creo que la experiencia cinematográfica solo se puede vivir de forma completa cuando se disfruta de una película en una sala oscura. Pero reconozco que últimamente no voy lo que me gustaría y lo que debería. La baja calidad del cine actual, la multitud de estrenos directos en plataformas o la escasa duración en cartelera de muchas películas, dificultan el ritual de ir al cine, que es sustituido muchas veces por la pantalla doméstica. Pero cuando uno acude a ver una película como Dune: Parte 2, te reconcilias y te reencuentras con la fantástica experiencia de la sala cinematográfica, y con el cine en general. El cine como gran espectáculo visual, narrativo y artístico.

Y es que Dune:Parte 2, es una película impresionante desde diferentes puntos de vista. El primero el visual, su atmósfera, consiguiendo recrear un ambiente, una textura en las imágenes, una espectacularidad y una elegancia en la puesta en escena, que en muchas ocasiones sobrecoge. Una emoción que más allá de lo visual, también se nos revela en las secuencias de acción y algunos momentos especialmente dramáticos, que a mi al menos, me tienen con el corazón en un puño y la tensión a flor de piel. Muy ambicioso es también la historia, sus derivadas, la mezcla de intimismo y grandiosidad, con la evolución personal del protagonista y las intrigas palaciegas entre los diferentes personajes de los diversos bandos.. y acompañando todo esto, la música de Hans Zimmer, que se reencuentra con su mejor nivel, en una partitura donde parecen converger la banda sonora de Gladiator y sus mejores colaboraciones con Nolan.

Es todo un disfrute, más de dos horas y media de puro entretenimiento, emoción, acción y deslumbramiento visual, que hace que más que ver una película te estés enfrentando a toda una experiencia. Lo que siento es que haya que esperar al menos dos años  para poder ver la continuación de esta historia y de sus personajes. Siempre he tenido dudas con las sagas cinematográficas, con un hilo argumental tan definido, cuando pasan algunos años entre una entrega y otra, ya que la trama queda demasiado en suspenso. Aquí hay un cierre razonable y un cambio de etapa en la historia, pero la espera se me hace larga y el desenganche con la narración, pasados 2 años (que fueron tres respecto a la primera) es un riesgo. 

También me llama la atención cierto punto Star Wars en la historia. Aparece el concepto de fuerza, un elegido que tiene que pasar pruebas físicas y de descubrimiento personal, mezclado con lo que parecen algunos poderes mentales especiales. Y además esos giros donde los buenos resulta que son hijos de los malos…..acierto a ver ciertas conexiones narrativas y escenarios paralelos, aunque Dune opta más por la trascendencia y la grandiosidad, que por el entretenimiento y la ligereza de Star Wars.

Por otro lado, la nueva entrega de Dune nos presenta a un malo tremendo y antológico, el sobrino del jefe de los Harkonen, interpretado por Austin Butler, nuevos personajes femeninos misteriosos y con más peso, un excelente Timothee Chalamet como protagonista absoluto del film y todo ello rodeado de unas secuencias de acción, distribuidas en sus dosis exactas, que convierten a este film en una película casi perfecta y digo casi, porque como un muchas obras cinematográficas y literarias de ciencia ficción, hay a veces un exceso de verborrea y falsa trascendencia que saturan en algunos momentos. También he visto glosar alguna comparación de esta obra con Lawrence de Arabia (David Lean, 1962), pero tampoco nos pasemos, más allá de la presencia del desierto y algún plano homenaje, no creo que sean cintas equiparables.

Su responsable, el director de origen canadiense Dennis Villeneuve. Yo creo que atendiendo a la calidad de sus películas e incluso a su variedad y recursos visuales, es un director en cuya liga ya prácticamente solo juega Christopher Nolan, pero cuya filmografía creo que supera en calidad y variedad a la del británico. Es portentoso todo lo que rueda Villeneuve, tiene una mirada y un estilo únicos. Un tempo, un ritmo, un sentido de la espectacularidad, de la épica, la puesta en escena, la emoción, la profundidad de los personajes,…. Un director extraordinario en toda su filmografía, uno de los más grandes, sinó el más, en la actualidad, en lo que a grandes producciones se refiere.

Como decía Carlos Pumares cuando yo era muy jovencito, el cine, en el cine, pero en este caso, más que un consejo, es una necesidad. No os perdáis el espectáculo visual y artístico que ofrece esta obra magna que debe ser vista en pantalla grande.

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